Encuesta de encuestas: Elecciones Generales Bolivia 2025
Última actualización: 10 de agosto de 2025
Registro de cambios
10/08/2025: Se agregan los datos de la última encuesta de SPIE Consulting, publicada por El Deber el viernes 8 de agosto, y las encuestas de Captura Consulting e IPSOS CIESMORI, publicadas por Red Uno y UNITEL respectivamente, el domingo 10 de agosto de 2025. Último análisis de la evolución pendiente.
01/08/2025: Se añade en los hitos el tercer debate presdiencial (primer debate “oficial” organizado por el Tribunal Supremo Electoral) en los hitos. Se añaden los datos de la tercera encuesta de SPIE, publlicada por El Deber. Se añaden algunos datos más de contexto de la campaña y el contexto de la elección de 2019. Interpretaciones quedan pendientes. Ediciones menores en presentación y agradecimientos.
30/07/2025: Se añade en los hitos al segundo debate presidencial organizado por UNITEL. Se quita la leyenda del candidato de NGP. Se añaden los datos de la tercera enucesta de IPSOS CIESMORI publicada por UNITEL el día de hoy. Se actualizan gráficas. Interpretaciones quedan pendientes.
18/07/2025: Breve adición sobre voto oculto para el bloque Samuel, Manfred y Tuto en la última sección. Correcciones menores de forma y estilo.
17/07/2025: Se agrega la tabla resumen general de encuestas, se renombran varias secciones, se reorganiza toda la parte de descripción e interpretación de tendencias en función de las últimas dos encuestas y se divide en tres partes: descripción de las tendencias y datos, estimación del voto válido no definido o declarada y contextualización de la campaña en torno a la realidad boliviana. Se reordenan elementos y renombran títulos y botones de navegación. Se añade como hito la manifestación de apoyo de Marcelo Claure al candidato de UNIDAD Samuel Doria Medina en las gráficas longitudinales.
16/07/2025: Se añaden tres nuevas secciones: una sobre el voto oculto histórico y la precisión histórica de las encuestadoras tomando como referencia las elecciones de 2019 y 2020; otra sobre prospectiva del voto oculto en estas elecciones; y una de agradecimientos. Se añaden los datos de la última encuesta de SPIE publicada por El Deber el día de hoy, queda pendiente la reinterpretación a la luz de los últimos datos. Modificaciones estéticas menores. ¡Felicidades La Paz! :)
14/07/2025: Se introducen algunas ideas a la luz de los datos arrojados por la última encuesta de IPSOS CIESMORI. Se actualiza la presentación.
13/07/2025: Se añaden los datos de la última encuesta de IPSOS CIESMORI publicada por UNITEL el 13 de julio de 2025. Se optimiza el código para mostrar los promedios de campaña en función de la encuesta más reciente de cada consultora o empresa encuestadora (i.e. IPSOS CIESMORI es la única empresa que cuenta con dos encuestas durante el periodo de campaña, el cálculo de los promedio se hace con la intención de voto de su encuesta publicada hoy, es decir, el más reciente). Se añade nueva sección con los valores de intención de voto de la encuesta más reciente. Dado que NGP se ha retirado de la carrera electoral sus valores quedarán como perdidos de ahora en adelante. Se añaden rectas verticales marcando algunos hitos como el inicio de campaña, el primer debate y la inhabilitación de Jaime Dunn.
02/07/2025: Ante la inhabilitación de Jaime Dunn se cambia la etiqueta de candidato de NGP a Fidel Tapia Zambrana. La salida de Antonio Saravia también deja como el único candidato visible a Pavel Aracena por LyP-ADN. Modificaciones estéticas en gráficas de intención de voto para que den cuenta de la fecha del fin del levantamiento de las encuestas, se agrupó mayo y junio para gráficas de intención voto desde el inicio de campaña.
01/07/2025: Añadidas etiqueta de datos sobre barras promedio en gráficas de intención voto total e intención voto válido.
30/06/2025: Se añade información de la segunda encuesta de Captura Consulting publicada por Red Uno y RTP publicada en esta fecha. También se agrega la primera encuesta de la misma consultora, que corresponde al periodo de fines de marzo. Se introducen algunas modificaciones menores al análisis e interpretación en función de la nueva información. Optimizaciones, cambios estéticos menores en gráficas y correción ortográfica y de estilo del texto.
27/06/2025: Primera publicación con las encuestas de junio (UNITEL y El Deber) y encuesta de Marcelo Claure de fines de marzo como punto de referencia.
Presentación
Este es un ejercicio de análisis electoral y visualización de datos inspirado en el trabajo de Político.mx, la idea es recopilar en una base de datos públicas las encuestas oficiales (y tal vez las no oficiales) para compararlas en el tiempo. La base de datos se encuentra en este archivo de sheets y el diccionario de datos en este otro
Soy H. Esteban Calisaya Aranda, economista por la U.M.S.S. y maestro en población y desarrollo por FLACSO sede México, también estoy cursando un Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México. Me gustan los métodos cuantitativos y trabajar en R. Tengo algunas publicaciones que puedes encontrar en mi perfil de research-gate aquí. He trabajado en el Estado, tanto en Bolivia como en México, así como en cooperación internacional y ONG’s. Si quieres conocer un poco más de mí puedes revisar mi linkedIn aquí.
Se ha buscado cubrir la mayor cantidad de información disponible y que sea mínimamente comparable. En este sentido, se han incluido dos encuestas “oficiales” y no “oficiales” -respecto a estas últimas, me refiero a encuestas que no se encontraban autorizadas ni fueron fiscalizadas por el Tribunal Supremo Electoral TSE al momento de su realización. Estas son la “súper encuesta” de Marcelo Claure y la consultora “panterra.global” y a la primera encuesta que realizó Captura Consulting para Red UNO y RTP. Ambas operaciones estadísticas corresponden al periodo de marzo del presente año y no reflejaban exactamente los mismos candidatos pero sí casi todas las fuerzas políticas (i.e. el contendiente del MAS era Lucho Arce y el de PDC era Chi Hyun Chung y no Rodrigo Paz); de todas maneras, los tres candidatos que ocupaban los tres primeros lugares sí son comparables.
Si bien hay sondeos de opinión todavía más antiguos, partir de tres meses atrás parece ser un buen punto de referencia para observar y explicar algunos cambios recientes en las tendencias. Sin embargo, espero que las encuestas a publicarse en el futuro puedan brindar una base sólida para emprender análisis con mayor potencia estadística y mayor complejidad en la reflexión.
Las tareas pendientes identificadas son:
Análisis del comportamiento del voto oculto/indecisos. (HECHO)
Análisis histórico de la precisión de las encuestadoras en elecciones pasadas. (HECHO)
Análisis histórico del voto rural y su subestimación en las encuestas.
Breve revisión del padrón electoral.
Intención de voto Bolivia 2025: Última encuesta disponible y cuadro resumen general
Fecha de publicación: 10 de agosto de 2025.
Consultora o empresa encuestadora: IPSOS CIESMORI.
Medio de publicación: UNITEL.
El siguiente cuadro recoge todas las encuestas, el promedio de votación se calcula desde el inicio oficial de campaña y con el último dato disponible de cada empresa o consultora, es decir, en el caso de SPIE Consulting, Captura Consulting e IPSOS CIESMORI, se usa solamente el dato con el levantamiento más reciente.
Marzo - agosto 2025: cuadro resumen encuestas de intención de voto | |||||||||||||
Los promedios se calculan desde el inicio de campaña (19-05-2025) en adelante y con el dato de la encuesta más reciente de cada consultora | |||||||||||||
1 . Captura Consulting S.R.L. | 2 . panterra.global | 3 . SPIE Consulting S.R.L. | 4 . IPSOS CIESMORI | 5 . Captura Consulting S.R.L. | 6 . IPSOS CIESMORI | 7 . SPIE Consulting S.R.L. | 8 . IPSOS CIESMORI | 9 . SPIE Consulting S.R.L. | 10 . SPIE Consulting S.R.L. | 11 . Captura Consulting S.R.L. | 12 . IPSOS CIESMORI | Promedio campaña | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Fecha levantamiento | 23/03/2025 | 23/03/2025 | 14/06/2025 | 26/05/2025 | 20/06/2025 | 07/07/2025 | 10/07/2025 | 27/07/2025 | 28/07/2025 | 04/08/2025 | 03/08/2025 | 06/08/2025 | -- |
Samuel Doria Medina | 17.0% | 16.0% | 24.0% | 19.1% | 19.6% | 18.7% | 21.8% | 21.5% | 24.5% | 23.6% | 21.6% | 21.2% | 22.1% |
Tuto Quiroga | 16.0% | 15.0% | 22.1% | 18.4% | 16.6% | 18.1% | 20.7% | 19.6% | 22.9% | 24.4% | 20.0% | 20.0% | 21.5% |
Manfred Reyes Villa | 13.0% | 11.0% | 9.4% | 7.9% | 8.8% | 8.2% | 10.0% | 8.3% | 7.2% | 8.8% | 9.7% | 7.7% | 8.7% |
Rodrigo Paz | 11.0% | 13.0% | 5.6% | 4.3% | 6.4% | 3.2% | 4.0% | 5.8% | 7.6% | 9.1% | 6.4% | 8.3% | 7.9% |
Andrónico Rodríguez | 18.0% | 25.0% | 14.7% | 14.2% | 13.7% | 11.8% | 8.3% | 6.1% | 7.4% | 8.5% | 7.2% | 5.5% | 7.1% |
Jhonny Fernández | -- | -- | 2.6% | 3.7% | 3.8% | 2.5% | 2.4% | 1.8% | 1.7% | 2.4% | 2.0% | 2.0% | 2.1% |
Eduardo Del Castillo | 1.0% | -- | 1.7% | 2.3% | 1.4% | 2.3% | 1.9% | 2.1% | 2.1% | 1.8% | 2.0% | 1.5% | 1.8% |
Pavel Aracena | -- | -- | 0.6% | 0.5% | -- | 0.2% | 0.4% | 0.3% | 0.4% | 0.3% | 0.7% | 0.5% | 0.5% |
Eva Copa | -- | -- | 1.4% | 1.7% | 1.1% | 0.6% | 1.1% | 0.4% | 1.0% | 0.2% | 0.4% | 0.2% | 0.3% |
NGP (sin candidato) | -- | -- | 0.6% | 1.0% | 0.7% | 2.4% | 4.8% | -- | -- | -- | -- | -- | NaN% |
Indecisos | 14.0% | 20.0% | 3.0% | 10.0% | 15.5% | 11.3% | 5.3% | 12.4% | 5.5% | 5.1% | 14.4% | 13.3% | 10.9% |
Nulos | 6.0% | -- | 4.5% | 10.5% | 7.4% | 12.5% | 4.5% | 13.6% | 7.4% | 5.7% | 10.6% | 14.6% | 10.3% |
Blancos | 4.0% | -- | 9.8% | 6.5% | 5.0% | 8.2% | 14.8% | 8.1% | 12.1% | 9.9% | 5.0% | 5.2% | 6.7% |
Intención de voto total en las elecciones de Bolivia 2025
La intención de voto total toma en cuenta a los votos blancos, nulos e indecisos, estos tres representan ahora mismo entre 17 y 28 puntos porcentuales. Para referencia, en la elección de 2020 los blancos y nulos alcanzaron apenas 5% de los votos emitidos, en el proceso electoral de 2019 su proporción fue similar, mientras que en las elecciones generales de 2014 estuvieron cerca del 5.8%.
Los últimos datos de las encuestadoras muestran un escenario electoral marcado por la volatilidad y altos niveles de indecisión. A tres meses de las elecciones, estos son los hallazgos principales:
- Competencia cerrada en la punta Samuel Doria Medina (UNIDAD) mantiene una ligera ventaja con un promedio del 20.0% en las encuestas de campaña, seguido de cerca por Tuto Quiroga (LIBRE) con 18.5%. Sin embargo, la última encuesta de SPIE Consulting (10/07) muestra que esta diferencia se ha reducido a apenas 1.1 puntos (21.8% vs 20.7%), dentro del margen de error estadístico.
Las variaciones entre encuestadoras son significativas:
- SPIE Consulting otorga a Samuel 24.0% en junio y 21.8% en julio
- IPSOS CIESMORI lo ubica en 19.1% (mayo) y 18.7% (julio)
- Captura Consulting lo sitúa en 19.6% (junio)
- Caída acelerada de Andrónico Rodríguez
El candidato de Alianza Popular ha experimentado un descenso constante:
- De 25.0% en marzo (panterra.global) a 8.3% en julio (SPIE)
- Promedio durante campaña: 11.3%
- Su ausencia en el debate presidencial, el arranque de campaña tardío y la división del voto masista parecen factores clave en este retroceso.
- Alto porcentaje de votos no definidos
La suma de blancos, nulos e indecisos alcanza en promedio:
- 28.1% (10.7% + 9.3% + 8.1%)
Esta cifra supera ampliamente el 5% histórico y muestra un electorado significativamente descontento o indeciso.
- Otras candidaturas
Manfred Reyes Villa se mantiene estable alrededor del 9.0%
Eduardo del Castillo (MAS-IPSP) no logra despegar (1.9%)
Las demás candidaturas no superan individualmente el 5%
Factores a considerar:
Discrepancias metodológicas: Las diferencias entre encuestadoras (ej: SPIE vs IPSOS) sugieren cautela al interpretar los datos
Voto rural: Las limitaciones en cobertura de áreas dispersas podrían afectar la precisión
Eventos recientes: El debate presidencial, el papel de Evo Morales y las inhabilitaciones aún no reflejan todo su impacto
Las estimaciones del voto válido con estos niveles de indecisión no son nada confiables
Intención de voto válido en las elecciones de Bolivia 2025
De cualquier manera, en el caso hipótetico que las elecciones fueran este fin de semana y los indecisos decidieran anular o poner en blanco su voto, ninguna candidatura alcanzaría la victoria en primera vuelta y la segunda vuelta sería contendida entre Samuel y Tuto.
Sin embargo, es claro que la votación indecisa mayoritariamente se decanta por una opción, tal como explicamos en la siguiente sección.
Voto válido potencial y los indecisos en la campaña 2025
Si bien hay todavía un alto grado de incertidumbre, si las elecciones fueran hoy, lo más probable sería una segunda vuelta entre Samuel Doria Medina y Tuto Quiroga. No obstante, el alto porcentaje de votos no definidos mantiene abierta la posibilidad de cambios significativos en las preferencias.
Las mayores variaciones entre las encuestas se concentran precisamente en los votos blancos, nulos e indecisos, lo que refleja la volatilidad de este segmento, ya sea por no declaración o por ocultamiento del voto. Para estimar el porcentaje de electores que emitirán un voto válido, podemos realizar el siguiente cálculo:
Promedio de indecisos en encuestas recientes:
\[ \text{Promedio}_{\text{indecisos, blancos y nulos}} = \frac{25\%\,(\text{SPIE}) + 34\%\,(\text{IPSOS}) + 28\%\,(\text{Captura})}{3} = 29\% \]Ajuste por votos nulos/blancos históricos:
Asumiendo que, en etapas finales, alrededor del 5% de los votos serán nulos o blancos (basado en tendencias históricas), el porcentaje estimado de electores indecisos con voto válido sería:
\[
\text{Indecisos}_{\text{válidos}} = \text{Promedio}_{\text{indecisos, blancos y nulos}} - 5\% = \mathbf{24\%}
\]
Por lo tanto, aproximadamente 23% del electorado emitirá un voto válido pero aún no se ha definido por ninguna candidatura. En un contexto de crisis, es probable que esta decisión se retrase hasta el último momento, a menos que un evento catalizador permita a los votantes inclinarse por una opción o descartar alternativas. Más adelante, a partir de los datos de las elecciones 2019 y 2020, analizamos a detalle cómo podría ser el comportamiento del voto oculto o no declarado
Contextualización de la campaña hacia las elecciones en Bolivia 2025
Las elecciones de 2025 se desarrollan en un escenario político que podríamos describir como “de transición dolorosa”. Los datos de las encuestas -con todas sus limitaciones- nos muestran un electorado que vota más por rechazo que por convicción, donde la ausencia de Evo Morales en la papeleta no se traduce automáticamente en apoyo a otras alternativas, sino más bien en un aumento sin precedentes del voto indeciso, nulo y blanco.
La coyuntura nacional: crisis de representación en medio de la crisis económica
Es imperativo empezar señalando el grave contexto de crisis económica en el que se ha sumido la sociedad boliviana. El surgimiento de un dólar paralelo con un tipo de cambio que duplica (y hasta llegó a triplicar) el tipo de cambio oficial, la incapacidad del Estado para solucionar la provisión de combustibles (diésel y gasolina), el desabastecimiento de alimentos y la incapacidad del gobierno para solucionar conflictos, sumado a sonados casos de corrupción que mellan la legitimidad del ejecutivo, son condiciones que han puesto al pueblo boliviano contra la pared, en la peor crisis económica en 25 años -incluso superando el malestar social que se vivía durante la pandemia.
En este contexto, si revisamos los datos del proyecto Latinobarómetro -una iniciativa para investigar el desarrollo de la democracia, economía y sociedad en su conjunto- para el año 2023, solamente el 21.5% de la población boliviana se encontraba satisfecha o algo satisfecha con el funcionamiento de la democracia. Igualmente, si hablamos de los partidos políticos, apenas el 13.4% de la población tenía mucha o algo de confianza en ellos.
Es plausible pensar que una coyuntura de crisis no haya hecho más que profundizar este desencanto con el sistema de representación político partidario que no logra dar respuestas a problemas acusiantes como son el aumento de precios o la provisión de bienes básicos de la canasta familiar. Si a esto aunamos que los candidatos que pugnan por la presidencia presentan proyectos de país poco concretos, improvisación hasta para la inscripción de sus candidatos y un TSE institucionalmente débil, tenemos un campo de cultivo para unas elecciones con los mayores niveles de incertidumbre desde el retorno a a la democracia en Bolivia.
La crisis interna del MAS
La fractura del movimiento masista en tres vertientes está cobrando factura electoral. Eduardo del Castillo, el candidato del MAS-IPSP, apenas logra arañar el 1.9% en las encuestas -el peor registro histórico para este partido-. Andrónico Rodríguez, quien en marzo aparecía como posible ganador con 25%, hoy se hunde hasta el 11.8%, víctima de su tardío arranque de campaña y, sobre todo, de los ataques del ala evista que llama al voto nulo. Lo paradójico es que Rodríguez, siendo el candidato que inició su vida política en el seno del evismo más duro, termina siendo el más perjudicado por la sombra de Evo.
La derecha dividida (pero no tanto)
Samuel Doria Medina (UNIDAD) y Tuto Quiroga (LIBRE) lideran las encuestas con alrededor del 20% y 18.5% respectivamente, aunque con diferencias mínimas que caen dentro del margen de error. Lo llamativo es que, pese a sus limitaciones, son las únicas campañas que muestran cierta organicidad en su despliegue territorial y mediático. Sin embargo, incluso ellos han visto caer sus números tras el debate presidencial, lo que sugiere que su crecimiento tiene un techo que están a punto de alcanzar.
La judicialización de la elección y la poca certidumbre que da el TSE
Las inhabilitaciones (o la posibilidad de ser inhabilitados) de varios candidatos, y en especial, la imposibilidad de Evo Morales para postularse en estas elecciones, han añadido una capa de complejidad al proceso. Más allá de los debates jurídicos y la poca decisión con la que ha actuado el Tribunal Supremo Electoral, lo concreto es que esta situación ha dejado a importantes sectores del electorado sin referentes claros, alimentando el voto de protesta. El calendario electoral -que permitió sustituciones hasta el 4 de julio- terminó por dilatar el arranque real de las campañas, generando un clima de provisionalidad que aún persiste. No fue hasta el viernes 11 de julio que se conocieron las listas finales de candidaturas habilitadas.
El debate que no debió ser
El primer debate presidencial, lejos de aclarar el panorama, parece haber generado más dudas que certezas. La ausencia de Andrónico Rodríguez lo dejó fuera del relato nacional, mientras que los indecisos aumentaron 4 puntos porcentuales tras el evento. Los tres primeros lugares perdieron votación sin excepción. Los números sugieren que los votantes salieron del debate más confundidos que convencidos.
¿Qué esperar?
Con un 28% de votos no válidos (blancos, nulos e indecisos) y ningún candidato superando el 30% en votos efectivos, el escenario más probable es una segunda vuelta entre Samuel y Tuto. Pero en este contexto volátil, tres factores podrían cambiar las reglas del juego:
- La capacidad (o no) de Andrónico para capitalizar el voto oculto masista
- El comportamiento final de ese 23% de indecisos que aún no toma partido
- La siempre subestimada capacidad de movilización rural del MAS
Más análisis prospectivo respecto de esto en la última sección.
Lo único seguro es que estas serán las elecciones con mayores niveles de incertidumbre en mucho tiempo. Un dato revelador: los votos de protesta (blancos/nulos/indecisos) superan con mucho a cualquier candidato individual. El mensaje parece claro: el descontento es el verdadero protagonista de estas elecciones.
Voto oculto y precisión de las encuestas en las últimas elecciones
Esta sección revisará brevemente el comportamiento del voto oculto y la calidad predictiva de las consultoras comparando las últimas encuestas disponibles previas a las elecciones de 2019 y 2020, respectivamente. No es pretensión de este texto profundizar en la discusión sobre el golpe de estado en 2019, sin embargo, resultará inevitable abordar el asunto al momento de describir las cifras. Es importante señalar que los datos oficiales que se muestran aquí no coinciden con los resultados oficiales reportados por el Tribunal Supremo Electoral en ambas elecciones, esto se debe a que el TSE informa sobre los votos válidos, es decir, excluye los votos nulos y blancos para el cálculo de los porcentajes. Para fines de comparabilidad con los datos de las encuestadoras, se recalcularon las proporciones para que la votación de las candidaturas, blancos y nulos sumen el 100%.
Las encuestas en la elección de 2019
El 21F y la accidentada postulación de Evo Morales
No se puede empezar esta sección sin hacer una revisión muy breve de cómo llega el MAS-IPSP a esta elección. El 21 de febrero de 2016 fue realizado un referéndum para consultar a la población si estaba de acuerdo en modificar la Constitución Política del Estado de manera que las y los presidentes y sus vicepresidentes puedan ser reelectos hasta 2 veces manera continua. Esta consulta fue impulsada desde el oficialismo de manera que Evo Morales pueda ser habilitado para postular en las próxima elecciones generales. El resultado fue un “No” por un margen cerrado.
Esto no impidió a Evo Morales participar de la elección pues, en 2017, a causa de un recurso de inconstitucionalidad presentado por el MAS-IPSP, el Tribunal Constitucional Plurinacional falló a favor de la aplicación preferente de los derechos políticos de Morales por encima de lo que mandata la Constitución Política del Estado. Este hecho marcaría también una serie de intromisiones del Tribunal Constitucional Plurinacional para avalar, validar o inhabilitar actores políticos y autoridades que devendría en graves consecuencias para la institucionalidad democrática boliviana.
Además, la oposición en Bolivia ya empezó a hablar de un posible fraude desde 2016 -de hecho, mientras la victoria del sí a la modificación constitucional se veía cercana, no dudaron en cuestionar la validez del proceso de consulta. Así, diferentes actores antimasistas sembraron las semillas de desconfianza en el Tribunal Supremo Electoral que darían fruto durante el golpe de estado en 2019.
Las encuestas previas a la elección de 2019
Si bien fueron cuestionados, el análisis se basa en los resultados electorales oficiales publicados por el Tribunal Supremo Electoral. Al respecto, las encuestas de IPSOS y VIA CIENCIA fueron las más cercanas al resultado oficial reportado por el TSE; para el segundo lugar (Carlos D. Mesa) VIA CIENCIA y la UMSA son las que mostraron las estimaciones más próximas, aunque alejadas. Si observamos los intervalos de confianza, ni una sola de las encuestadoras estuvo próxima a los resultados oficiales de los dos primeros lugares en términos estadísticos.
Si hablamos de los niveles de votos nulos y blancos, IPSOS fue la consultora que mejor estimó estas votaciones, y sus indecisos tendrían que haberse repartido de la siguiente manera, ~9% hacia Comunidad Ciudadana y ~4% hacia el MAS-IPSP, solo así se acercaría al resultado oficial. VIA CIENCIA también muestra una estimación aceptable de nulos y blancos, pero sus niveles de indecisión no cierran cuando se intenta repartirlos entre el primer y segundo lugar. Igualmente, todas las encuestadoras sin excepción sobre-estimaron el cuarto lugar (Oscar Ortíz) y subestimaron al outsider de esta elección, Chi Hyng Chung (PDC), que quedó tercero.
Es cuando menos improbable que todas las encuestas estén mal, el muestreo y la estimación estadística son disciplinas cuyo objetivo es dar grados de certeza administrando la incertidumbre de una manera científica -esto se hace calculando los márgenes de error del estudio y su nivel de confianza. No son una ciencia exacta, pero sí manejan parámetros de confiabilidad que, cuando se hacen bien, reflejan el comportamiento de la población que buscan representar, en este caso, la votación. A la luz de esto, “entusiastas” de la tesis del fraude podrían decir que la distorsión vino de la manipulación de la votación a favor del oficialismo. No obstante, de haber sucedido, no tiene sentido que todas las encuestadoras también hayan subestimado por tanto la votación de Carlos D. Mesa (Comunidad Ciudadana), principal opositor de Evo Morales en esas elecciones.
Lo dicho nos reduce a los siguientes escenarios:
Todas las encuestadoras hicieron un mal diseño muestral (etapa de diseño del estudio), pésimos instrumentos (preguntas mal planteadas o que inducían a ciertas respuestas), un trabajo de campo deficiente (etapa de levantamiento de la información, es decir, personal encuestador poco hábil, que falsea respuestas o una pobre validación) o todas las anteriores. En este caso, los problemas vienen de la capacidad técnica de las empresas. Aquí puede incluirse también la tradicional falencia de las encuestadoras para representar de forma precisa la votación en las áreas rurales, en especial las dispersas, a lo largo del país.
La población mostró cambios radicales en su intención de voto durante la semana y media previa a la elección.
Debido a la inexistencia de un evento de importancia (i.e. la revelación del supuesto hijo de Evo con Gabriela Zapata un par de semanas antes del referéndum para la tercera postulación de Morales) que explique el cambio de corazón de las y los electores; y dado que los números tampoco muestran evidencia que permita hablar de una operación armada para tumbar al MAS-IPSP desde lo que reportan las encuestas, todo parece indicar que el escenario más probable es el primero.
Ahora, pongamos atención en la estimación de la diferencia entre el primer y el segundo lugar, recordemos también que aquí no estamos observando la votación válida sino la total, es decir, que cuando se excluyan los votos nulos y blancos, todos los porcentajes crecen, en especial el primer y el segundo lugar:
Consultora | MAS-IPSP | Comunidad Ciudadana | Diferencia |
---|---|---|---|
Resultados Oficiales TSE | 44.7% | 34.7% | +10.0% |
IPSOS | 40.0% | 22.0% | +18.0% |
VIA CIENCIA | 38.8% | 28.4% | +10.4% |
CIESMORI | 36.2% | 26.9% | +9.3% |
UMSA | 32.3% | 27.0% | +5.3% |
Esto es importante porque un detonante de la crisis política fue la diferencia muy ajustada que permitía la victoria en primera vuelta. Recordemos que la Constitución y la Ley de Régimen Electoral bolivianas indican que la persona que preside el país es elegida en primera vuelta cuando:
Obtiene el \(50\% + 1\) voto de la votación válida.
Obtiene más del \(40\%\) de votación válida con una diferencia de \(10\%\) con el segundo lugar.
Entonces, si tomamos en cuenta el ajuste en los porcentajes por la votación válida, los márgenes de error y los votos indecisos que se estimaron de forma consistente, al menos 3 de 4 consultoras predijeron -o estuvieron muy cerca de predecir- la victoria del MAS-IPSP con más de 40% de votación y 10% de diferencia con la segunda fuerza política, Comunidad Ciudadana. Por tanto, la tesis del fraude no se sostiene desde el análisis de las encuestas electorales, mientras que el golpe de estado cobra más sentido, mencionaremos un poco más al respecto en la siguiente sección.
Finalmente, si se hiciera una evaluación de qué consultoras fueron las menos imprecisas, IPSOS y VIA CIENCIA estiman los valores más parecidos al resultado oficial del primer lugar, y los blancos/nulos. Además, captan adecuadamente la diferencia entre el primero y el segundo. CIESMORI también representa bien esta diferencia, aunque subestima el primer y segundo lugar por casi 10 puntos.
El regreso del MAS-IPSP: la elección de 2020
Resulta inevitable dar una descripción coyuntural sintética para hablar de la elección de 2020, trataré aquí de presentar algunas ideas y caracterizaciones en las que existen consensos amplios y, en lo posible, despojadas de juicios de valor.
La movilización de un sector de la población urbana volcada en las calles y la operación política de la dirigencia opositora en octubre y noviembre de 2019 resultaron en la interrupción del mandato constitucional de Evo Morales. El gobierno de Jeanine Añez se gestó de una manera, por decir lo menos, irregular. Pasó de segunda vicepresidenta a presidenta del senado en una sesión convocada por ella misma, sin el quórum suficiente, en la que no se respetó el reglameno de la cámara alta -pues, ante la renuncia de Adriana Salvatierra la presidencia debió recaer en el bloque de mayoría, es decir, el MAS-IPSP, no en su persona. Posteriormente, convocó a una sesión bi-camaral donde anunció que, por sucesión constitucional, asumía como presidenta del país. Trasladándose a Palacio Quemado - ubicado al frente del edificio de la Asamblea Legislativa- unos minutos después, juró como jefa de estado en medio de militares y dirigentes opositores. En este punto, sin importar si existió un fraude electoral o no -pues una irregularidad no es justificación para cometer otra, la forma en que Añez toma la presidencia confirma lo que se ha denominado como “golpe blando”.
Lo señalado y el accionar de su gobierno devinieron en que su gestión esté marcada por:
La ilegitimidad y la tensión casi constante con el movimiento popular. Pues más allá de si la crisis política devino en un golpe o fue consecuencia de un fraude, Jeanine Añez era una figura desconocida, carente de una base social, legal y política que la respalde más allá de su partido -minoritario en la Asamblea Legislativa.
Las masacres de Senkata y Sacaba, que inflamaron al movimiento popular, indígena y campesino, y lo arrojaron de regreso al liderazgo de la entonces oposición masista.
La disrupción ocasionada por la pandemia, los constantes escándalos de corrupción y una respuesta gubernamental cuando menos ineficiente -sino negligente, y que además fue usada como excusa para alargar el mandato de un gobierno cuya única tarea era convocar a una nueva elección.
El estilo autoritario del entonces Ministro de Gobierno, Arturo Murillo, quien en vez de tender puentes de diálogo con los movimientos sociales, los reprimía, deshumanizaba y criminalizaba.
En este contexto es que se llega a las elecciones de octubre de 2020, en las que el MAS-IPSP participa en las urnas sin su candidato histórico -pues Evo Morales dio un paso al costado y además se encontraba fuera del país en calidad de refugiado. De esta manera, quién tomó la posta fue su ex Ministro de Economía, Luis Arce Catacora, el único miembro del gabinete que no había sido reemplazado durante los 14 años de gestión -solo estuvo fuera del cargo brevemente para atender una enfermedad en 2017, y que era percibido interna y externamente como el artífice del milagro económico boliviano. Arce también apelaba a un voto de la clase media y era un candidato más fácil de digerir para los sectores urbanos que se habían movilizado en las calles durante el golpe de 2019.
Volvamos a los datos, todos vimos como los resultados de la elección sacudieron al mundo, pues todas las predicciones erraron de forma monumental. Si bien 3 de 4 encuestadoras dieron la victoria a la candidatura que efectivamente ganó la elección, lo hicieron con una votación muchísimo menor. Es necesario matizar que durante esa elección también se veían niveles de indecisión elevados, en el orden del 15% en promedio, pero con grandes variaciones según la encuestadora -i.e. para CIESMORI los indecisos nulos y blancos estaban cerca del 28%, mientras que para la UMSA e IPSOS se encontraban en el orden del 21%.
De esta manera, ninguna encuestadora previó una victoria en primera vuelta para el MAS-IPSP -más aún, para Mercados y Muestras la victoria era de Comunidad Ciudadana. De cualquier manera, el escrutinio nacional e internacional casi policial con el que se llevó a cabo el proceso electoral no permitió que se repita la narrativa del fraude que había funcionado en 2019. La diferencia entre Arce y Mesa era demasiado amplia para ponerse en duda. El MAS-IPSP ganó por mucho, pero niguna de las encuestadoras lo vio venir.
IPSOS mostró la estimación puntual más cercana para el primer lugar, aunque quedó cerca de 19% por debajo del resultado oficial, su estimación tampoco muestra diferencias estadísticamente significativas con la UMSA ni CIESMORI. En lo que refiere al segundo lugar, casi todas las encuestadoras estimaron un intervalo de confianza que daba cuenta del resultado final, la excepción fue CIESMORI. Para el tercer lugar sucedió lo mismo que para el segundo.
Ninguna encuestadora estimó votaciones por encima del 40% y menos una diferencia de 10% entre el primero y el segundo, es decir, las encuestas perfilaban una segunda vuelta. En este punto es necesario analizar el comportamiento de los indecisos: IPSOS fue la única encuestadora que estimó bien la votación de nulos, es decir que, entre blancos e indecisos estamos hablando de cerca de 17.2% -esto ajustando por las diferencias entre la estimación puntual de blancos y nulos con los resultados oficiales, y sumándolas a su porcentaje estimado de indecisos. Si comparamos los resultados reales, prácticamente la totalidad de los indecisos reales (indecisos estimados más blancos sobre-estimados más nulos subestimados) tuvo que haber votado por el MAS-IPSP, es decir, que el voto indeciso fue en realidad voto oculto masista.
Hablemos ahora del estudio realizado por la UMSA, que es el que sigue en términos de precisión de sus estimaciones puntuales, emulando el ejercicio anterior su total de indecisos reales fueron alrededor de 16.6%. Para alcanzar el resultado real también es necesario que el total de esos indecisos se sume a la votación del MAS para alcanzar poco más del 50% de votación que obtuvo en los resultados oficiales.
No analizaré los resultados de CIESMORI porque sus estimaciones para el segundo lugar, tercer lugar, blancos y nulos no fueron estadísticamente precisas, pero al menos no erró en las grandes tendencias. No puede decirse lo mismo de la encuesta de Mercados y Muestras, que estimaba un empate técnico con victoria para el segundo lugar. Este es el único estudio completamente inconsistente con todos los demás, además de que sus reportes no diferencian entre blancos e indecisos. En suma, los hallazgos de esta última encuestadora parecen responder a intereses completamente ajenos a un ejercicio estadístico serio.
Estimación del voto oculto
Para fines analíticos me planteo estimar el voto oculto de la siguiente manera:
\[\text{Voto oculto} = \text{Indecisos/No Declarados} + |\text{Blancos}_{\text{estimado}} - \text{Blancos}_{\text{oficial}}| + |\text{Nulos}_{\text{estimado}} - \text{Nulos}_{\text{oficial}}|\]
Ventajas:
- Simple: Usa datos disponibles en todas las encuestas.
- Comparable: Permite jerarquizar a las consultoras por potencial subestimación o sobre-estimación.
Falencias:
- Indecisos ≠ ocultos: Algunos indecisos terminan votando en blanco o nulos.
- Asimetría: No distingue si el error fue sobrestimación o subestimación.
- Incertidumbre en su asignación: No es posible saber con seguridad a qué partido terminaron beneficiando.
Idoneidad:
- Caso boliviano: Las encuestas sistemáticamente sobrestiman blancos/nulos, sugiriendo ocultamiento real.
- Fines prácticos: Aunque imperfecta, es un indicador útil para ajustar interpretaciones.
Supuestos
- Las personas encuestadas no mienten sobre su intención de voto.
- Los votos no-declarados/indecisos terminan siendo mayoritariamente votos válidos, no nulos ni blancos.
Voto oculto en las elecciones 2019 y 2020
En el caso de Bolivia es necesario explicar una condición específica que se dio en 2019. Todo indica que el voto oculto se reparte mayoritariamente entre las dos primeras fuerzas. Si bien es temerario asumir esto, en esa elección las tercera fuerza fuerza política fue subestimada por las encuestas casi en la misma proporción en que la cuarta fue sobre-estimada, y las demás presentan niveles de votación mínimos, por lo que la circulación del de voto oculto tuvo que darse en las candidaturas que muestran mayores variaciones con el resultado oficial, es decir, el MAS-IPSP y Comunidad Ciudadana.
En 2020, el voto de todas las candidaturas, a excepción de la ganadora, fue en general bien estimado, por lo que no hay consideraciones adicionales puesto que el voto oculto irá mayoritariamente a la fuerza política con mayor variación entre sus estimaciones y el resultado oficial, es decir, al MAS-IPSP.
Dicho esto, tenemos dos escenarios
Escenario 1. Elecciones 2019
Características de coyuntura: Niveles de indecisión moderados (en torno a los 10 y 15 puntos porcentuales). Entorno económico sólido. Clima social atemperado pero presto a ebullir. Previa derrota electoral del MAS (21-F). Gobierno previo legítimo, aunque debilitado. Operación política y comunicativa para crear desconfianza en la elección.
Estimación del voto oculto:
Consultora | Indecisos / No Declarados | Δ Blancos | Δ Nulos | Voto oculto | MAS-IPSP (Oficial: 44.7%) |
CC (Oficial: 34.7%) |
---|---|---|---|---|---|---|
IPSOS | 13% | %0.4 | 0.5% | 13.9% | 40.0% (-4.7 pp) | 22.0% (-12.7 pp) |
VIA CIENCIA | 6.6% | %0.1 | 0.9% | 7.6% | 38.8% (-5.9 pp) | 28.4% (-6.3 pp) |
CIESMORI | 11.3% | %4.8 | 1.8% | 17.9% | 36.2% (-8.5 pp) | 26.9% (-7.8 pp) |
Promedio | 10.3% | 1.8% | 1.1% | 13.1% | 38.3% (-6.4 pp) | 25.8% (-8.9 pp) |
Comportamiento del voto oculto: Expresados en indecisos y sobrestimación/subestimación de blancos y nulos, muestran un comportamiento más o menos equilibrado entre las dos primeras fuerzas, favoreciendo un poco más a la segunda (Comunidad Ciudadana) que a la primera (MAS-IPSP). Los datos indican que el voto oculto fue subestimado por alrededor de 2 puntos porcentuales, es decir, que más allá de los errores, 2.4% de los votos fueron asignados a fuerzas que no eran y en realidad beneficaban al primer y segundo lugar. Además, en promedio, 58% del voto oculto tuvo que ir a Carlos D. Mesa y 42% a Evo Morales.
Escenario 2. Elecciones 2020
Características de coyuntura: Niveles de indecisión altos (entorno al 20%). Entorno económico pauperizado (por la pandemia del COVID-19). Clima social tenso. Previa derrota electoral-institucional del MAS (desconocimiento de la elección previa y golpe blando). Gobierno previo ilegítimo (Añez). Alto grado de confianza en la elección.
Estimación del voto oculto:
Consultora | Indecisos / No Declarados | Δ Blancos | Δ Nulos | Voto oculto | MAS-IPSP (Oficial: 52.3%) |
CC (Oficial: 27.4%) |
---|---|---|---|---|---|---|
UMSA | 9.9% | 4% | 2.7% | 16.6% | 33.6% (-18.7 pp) | 26.8% (-0.6 pp) |
IPSOS | 10% | 5.8% | 1.4% | 17.2% | 34.0% (-18.3 pp) | 27.9% (+0.5 pp) |
CIESMORI | 21.8% | 3.4% | 2.3% | 27.5% | 32.4% (-19.9 pp) | 24.5% (-2.9 pp) |
Promedio | 13.9% | 4.4% | 2.1% | 20.4% | 33.3% (-19.0 pp) | 26.4% (-1.0 pp) |
Comportamiento del voto oculto: Expresados en indecisos y sobrestimación/subestimación de blancos y nulos. Hay una sobre-estimación mínima del voto oculto (0.4%), el 99.5% del voto oculto terminó en el MAS-IPSP.
¿Qué se puede esperar del voto oculto para las elecciones de 2025?
Hasta el momento las características de la coyuntura actual se corresponden mejor con la elección de 2020. Los niveles de indecisión están sobre el 24%, la crisis económica es la peor en décadas y el clima social pende de un hilo. Es justamente la perspectiva la elección lo que, de alguna manera, contiene un estallido social generalizado; más que gozar de confianza, para la mayoría de las y los bolivianos, la elección es percibida como un medio para salir de la crisis -si esta expectativa es justificada o no es cuestión de otra discusión. El gobierno de Arce se encuentra en mínimos históricos de aprobación, y continuas denuncias por corrupción, por lo que su legitimidad es muy débil.
Sin embargo, sería un grave error pensar que los escenarios de 2020 y el que enfrentamos hoy son intercambiables de forma mecánica. Si bien hay similitudes, existen muchos matices que hacen a esta elección todavía más incierta. La principal que yo percibo se relaciona con la legitimidad de las candidaturas. Las encuestas muestran que los votos no válidos (indecisos, blancos y nulos) van en aumento. En 2020 la población fue a las urnas para sacar al gobierno de Añez, y abrazó al MAS-IPSP -poniendo a un lado los desacuerdos que podía tener con dicho partido- como un símbolo de estabilidad y eficiencia gubernamental que representaba una cotidianidad mejor. Hoy, la crisis económica sume al pueblo boliviano en un deja vú de lo que le pasó en el 85 durante el gobierno de la UDP.
Sumado a esto, la judicialización de la elección y la ausencia de Evo Morales en la papeleta electoral solo deslegitima más todo el proceso, no hablo aquí de la elección como un mecanismo para nombrar representantes, sino de la democracia misma -que ya estaba en crisis desde mucho antes de la elección. Y ese desencanto profundizado no solo es observable en los partidarios del evismo, sino en todo el electorado al que todas las candidaturas están siendo incapaces de llegar y convencer.
Si bien a estas alturas es claro que un sector importante del electorado muestra animadversión, no le interesa si Evo es candidato o no lo es, o, simplemente, prefiere que la elección se realice lo antes posible; no es menos cierto que sigue siendo el actor político más importante del país. Basta revisar los medios de comunicación, las declaraciones de la clase política, las entrevistas de los candidatos. Todos sin excepción hablan de Evo, del evismo, de lo que hace o deja de hacer, lo que dice o deja de decir. Guste o no guste, quien sigue marcando la pauta en la política boliviana se encuentra atrincherado en algún lugar del trópico cochabambino, impedido de participar en la elección.
En mi opinión, esto no significa que la participación de Evo en los comicios hubiera significado automáticamente la victoria del masismo. Sin embargo, si la oposición u otras vertientes del MAS-IPSP querían dejar atrás al histórico caudillo, era necesario hacerlo en el campo político, no en el judicial.
Volvamos al tema principal, el comportamiento del voto oculto. Dada la coyuntura actual, si Andrónico Rodríguez logra convencer al electorado de que representa el regreso a la estabilidad de los primeros 14 años del MAS-IPSP, lo más probable es que el voto oculto latente pueda volcarse en buena medida hacia él, pensemos en alrededor de un ~16%. Los últimos datos (16/07/2020) confirman que no lo está logrando, su intención de voto va hacia la baja, su tardío inicio de campaña y propuestas que no resuenan ni emocionan en la gente están sepultando sus oportunidades en esta elección. Pero el desempeño de Andrónico también se explica por un factor adicional, la reticencia de Evo a brindarle su apoyo, o al menos no atacarlo, ni llamar a sus partidarios a votar nulo. Si esta actitud se mantiene, el potencial crecimiento de Andrónico Rodríguez se limita de forma importante, yo creo -y por esta vez, sin otra herramienta que mi intución- que este puede reducirse a la mitad, es decir, que en el contexto actual el voto oculto de Andrónico apenas alcanzaría un ~8%.
No me animo a tratar de entender las razones por las que Evo no está dispuesto a conciliar. Lo que sí puedo decir es que si el pragmatismo político que llame a una unidad del masismo escindido, y otras corrientes progresistas o populares, no prima por encima de las rencillas y diferencias que han fracturado al MAS-IPSP, es altamente probable que la segunda vuelta la disputen dos partidos de derecha.
¿Por qué no considero que el voto oculto pueda ir a uno de los dos primeros lugares (Samuel o Tuto)?, si bien no es reportado aquí, las encuestas también hacen preguntas de control y buscando predecir la migración del voto. Es habitual que se consulte por la segunda opción posible. Según el último estudio de IPSOS CIESMORI, el común denominador entre las personas que simpatizan con Samuel es que su segunda opción sea Tuto o Manfred Reyes Villa; para los simpatizantes de Tuto, la segunda opción es Samuel o Manfred Reyes Villa. En otras palabras, el voto oculto de los candidatos de derecha no está oculto, sus simpatizantes ya se han identificado con su candidato y también tienen muy clara su segunda opción, los votantes de derecha se van a quedar en el bloque de derecha y están cerca del ~45% de la intención de voto, posiblemente llegando a su techo. Por el contrario, en el caso de la votación de Andrónico Rodríguez, esta casi no migra a otros candidatos, mayoritamiente vuelve a la indecisión, al blanco o al nulo, es decir, que sus partidarios no consideran otras opciones. Además, los datos históricos de las elecciones que, le han dado en el punto más bajo un ~45% de apoyo electoral al MAS, permite al menos sospechar que gran parte de ese voto válido potencial que está entre los indecisos, blancos y nulos, tampoco migrará mayoritariamente hacia el bloque de derecha. Para decirlo de forma clara, ese ~23% de voto indeciso / no declarado parece ser potencialmente de tendencia de izquierda -aunque en esta coyuntura de crisis y malestar social podría ser plausible que una parte pueda migrar hacia el bloque de derecha. Entonces, si la población que no ha decidido o prefiere no manifestar a quien apoya, no se siente apelada, convencida o emocionada por Rodríguez y prefiere anular su voto, podríamos estar presenciando la primera gran caída del bloque popular en 25 años.
Agradecimientos
Agradezco las revisiones y sugerencias de Shirley Aguilar Miranda, Elvia Chavarría Martínez, Carlos Ernesto Peñaranda Sánchez, Víctor Hugo Calisaya Hinojosa y Diandra Nathaly Céspedes Sagardía.